Estimada Familia de la Arquidiócesis de Nueva York,
La pandemia del Covid-19, que ha causado interrupciones en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, está teniendo un impacto especialmente profundo en los jóvenes, incluso aquellos en nuestras escuelas Católicas, cuya educación está siendo alterada o interrumpida.
El impacto económico resultante de la pandemia han reducido drásticamente el número de padres que pueden consentir de hacer los pagos de la matrícula para el próximo año escolar. Hace dos semanas, compartí la triste noticia de que 20 de nuestras escuelas, que ya enfrentan crecientes deudas, no podrán volver a abrir este Otoño debido a la fuerte disminución de la matrícula. Sin ayuda del gobierno Federal para nuestros padres e hijos, es posible que muchas de nuestras escuelas Católicas tengan que cerrar permanentemente. Estos cierres dañarán a miles de estudiantes de nuestra arquidiócesis, y en toda la nación.
Muchos de los funcionarios electos de ambos partidos de nuestra nación reconocen la crisis que enfrentan todas las escuelas, incluidas las escuelas Católicas y otras no gubernamentales. El Congreso está trabajando en otro proyecto de ley para aliviar la crisis de Covid en partes críticas de nuestra economía y sociedad, como nuestras escuelas. Las escuelas Católicas y otras escuelas no gubernamentales deben incluirse en ese alivio.
El tiempo para hacer sus voces ser escuchadas, es ahora. Si el Congreso no proporciona asistencia a las escuelas dentro de las próximas semanas antes de la apertura del año escolar, muchos padres pueden verse imposibilitados de cubrir los modestos costos de la matricula, y nos veremos obligados a escribirle nuevamente para anunciar aún más cierres de escuelas.
Por favor, comuníquense con sus funcionarios elegidos – el Senador Chuck Schumer al (202) 224-6542 o (212) 486-4430, la Senadora Kirsten Gillibrand al (202) 224-4451 o (212) 688-6262, y también su miembro local del Congreso (pueden encontrar el nombre y la información de contacto de su Representante aquí) – e implorar que proporcionen asistencia para evitar que nuestras escuelas Católicas sean permanente cerradas.
Con gratitud y mejores deseos de oración, suyo,
Fielmente en Cristo,
Timothy Michael Cardenal Dolan
Arzobispo de Nueva York