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5 noviembre de 2020
Mes de los Fieles Difuntos
Estimado Miembro de la Familia de la Arquidiócesis:
Es hora de que les brinde otra actualización sobre la Arquidiócesis de Nueva York y su respuesta durante este tiempo de pandemia de coronavirus, y les informo de lo que ha estado sucediendo con respecto a nuestros esfuerzos para combatir el pecado y el crimen del abuso sexual de menores. Les hice una actualización similar hace varios meses y ustedes me informaron que fue servicial.
Permítanme comenzar reconociendo a nuestras parroquias y sacerdotes que hicieron un trabajo sobresaliente al satisfacer las necesidades pastorales e espirituales de nuestra gente, incluso cuando las celebraciones públicas de la Misa se suspendieron. Muchos comenzaron a transmitir en vivo sus Misas parroquiales, para que la gente pudiera unirse en oración. Mientras la transmisión en vivo desde la Catedral de San Patricio fue muy popular, ¡la emisión en vivo y la transmisión de la Misa del Domingo de Pascua llegó a más de 2 millones de personas! – muchas personas me han dicho que prefieren sintonizar su parroquia local, porque eso, para ellos, es “su hogar”. Desde que se restablecieron las celebraciones públicas de la Misa y los sacramentos, nuestras Iglesias están siguiendo cuidadosamente todas las pautas de salud e seguridad, y la Misa continúa sin brotes de virus. Nuestros pastores nos dicen que la asistencia a la Misa aumenta semanalmente.
Nuestras Escuelas Católicas también merecen aclamaciones. Cuando la pandemia nos golpeó este pasado marzo, nuestros maestros, directores, pastores, personal y estudiantes rápidamente pasaron al aprendizaje en línea y terminaron el año escolar de manera notable. Eso fue impresionante, y los involucrados ciertamente se habían ganado un descanso de verano. En cambio, todos se abrocharon el cinturón y comenzaron a prepararse para un regreso al salón de clases en septiembre. En lugar de playas y piscinas, nuestra maravillosa facultad y administradores comenzaron a formular planes para formas seguras, inteligentes y creativas de enseñar en esta época de Covid-19. Después de más de dos meses, los resultados han sido notables y podrían servir fácilmente como modelo para otros sistemas escolares. El hecho de que regresamos con las escuelas seguras y abiertas desde el principio fue una gran ventaja, y la inscripción incluso ha aumentado desde septiembre.
No debemos olvidar el tremendo trabajo realizado por Caridades Católica de la arquidiócesis para encontrar formas nuevas e innovadoras de responder durante esta pandemia. Las residencias para personas con discapacidades permanecieron abiertas y el personal recibió las mascarillas PPE. Además de los programas de alimentos habituales, las despensas emergentes ofrecían alimentos nutritivos en los vecindarios de la Ciudad de Nueva York y el Valle de Hudson, desde las parroquias. Se han distribuido más de 1 millón de comidas desde marzo. Las llamadas recibidas para la ayuda, más de 22,000, fueron respondidas de forma remota por el dedicado personal de Caridades Católica. Los generosos donantes privados permitieron que se distribuyeran más de $4.5 millones en asistencia efectivo de emergencia a familias que no eran elegibles para otras formas de asistencia. Otros servicios para niños/as y jóvenes tenían que ser ajustado para permitir el distanciamiento social, pero decenas de miles de neoyorquinos continúan recibiendo asistencia en medio de la pandemia.
ArchCare, el ministerio de salud de la arquidiócesis, ha sido un líder en la comunidad con su respuesta a la pandemia. Inicialmente, la falta de pruebas y la mascarilla PPE impidió su respuesta. Pero esos problemas se han resuelto durante mucho tiempo y el sistema realizó muchos progresos que demuestran lo bien que pueden prevenir la propagación del virus. A través de un programa llamado “Protect” (Proteger), ArchCare ha aumentado su personal de control de infecciones y su capacitación, ha mejorado sus protocolos, pólizas, y ha invertido en nuevos equipos e tecnologías. Aunque ha sido difícil realizar tales inversiones durante un momento económicamente desafiante, ArchCare se compromete a estar bien preparado en caso de un resurgimiento del virus. Las mejoras y la confiabilidad en las pruebas han garantizado la seguridad de visitas limitadas a las instalaciones y respaldan el bienestar de las familias y los residentes durante este momento difícil. La atención y el cuidado especial para los 4,300 empleados dedicados en el sistema también ha sido una prioridad para garantizar su seguridad y bienestar. La atención y los servicios de calidad que ArchCare tiene el privilegio de brindar debido a su misión Católica se necesitan hoy más que nunca.
Permítanme informarles sobre los esfuerzos para responder al abuso sexual. Lamento mencionarlo, pero, de nuevo, ustedes me dicen que prefieren escucharlo de mí parte.
En el mes de septiembre del 2019, la Jueza Barbara Jones y yo ofrecimos una rueda de prensa para anunciar sus conclusiones y recomendaciones sobre lo bien que esta arquidiócesis ha cumplido con sus promesas en la respuesta al repugnante horror que es el abuso sexual. Tal vez recuerde que la Jueza Jones y su bufete de abogados, Bracewell, pasaron un año examinando cuidadosamente nuestros archivos de sacerdotes, estudiando nuestras pólizas, procedimientos e protocolos, y entrevistando al personal de la arquidiócesis, y concluyeron que, afortunadamente, la arquidiócesis “siguió fielmente sus pólizas y procedimientos e respondiendo adecuadamente a los lamentos del abuso, y se compromete apoyar a las víctimas-sobrevivientes del abuso”. Ella también hizo algunas recomendaciones útiles sobre cómo la arquidiócesis podría mejorar aún más.
Hemos avanzado mucho en la implementación de las recomendaciones de la Jueza Jones. Los puntos destacados incluyen:
- Se ha designado un Administrador para nuestra Junta de Revisión Arquidiocesana, Kevin Reynolds, un abogado que recientemente se desempeñó como vicepresidente superior de recursos humanos y director superior legal de una compañía de seguros de vida.
- Se ha contratado una nueva empresa profesional externa con antecedentes y experiencia de investigación más diversos para investigar las denuncias de abuso.
- Se han agregado nuevos miembros a nuestra Junta de Revisión Laica, incluido un psiquiatra certificado por la junta en psiquiatría de niños, adolescentes y psiquiatría de adultos, y un juez federal.
- Se ha instalado un sistema electrónico de gestión de casos para el seguimiento de cada denuncia de abuso sexual, desde la primera denuncia hasta la resolución final.
Además, hemos delineado aún más las responsabilidades de nuestro Director del Ambiente Seguro, Coordinador de Asistencia de Victimas, y el Administrador de la Junta de Revisión, para evitar la posibilidad de algo “deslizarse a través de las fisuras”.
Le pedí a la Jueza Jones que nos hiciera un chequeo para evaluar nuestro progreso en el seguimiento de sus recomendaciones, y los mantendré informados sobre sus reportes. Continuamos con nuestro compromiso con la transparencia, la responsabilidad, y la acción.
Después de nuestra auditoría anual realizada por StoneBridge Partners, se encontró una vez más que la arquidiócesis está en conformidad con la Carta para la Protección de Niños y Jóvenes de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, como lo hemos hecho todos los años desde la primera auditoría en los años 2003/2004.
Como ha sido el caso durante bastante tiempo, las denuncias de abuso que se están presentando contra la arquidiócesis, principalmente a través de casos presentados bajo la Ley de Víctimas Infantiles (CVA), se refieren a acciones que supuestamente tuvieron lugar hace muchos años, a menudo décadas. No ha habido denuncias fundamentadas de abuso con respecto a actos presuntamente recientes. No hay ningún sacerdote o diácono de la Arquidiócesis de Nueva York que actualmente sirve en el ministerio público, que tenga una denuncia creíble y fundamentada de abuso en su contra.
Y nuestro Programa Independiente de Reconciliación y Compensación, que comenzó en el año 2016, continúa ofreciendo una respuesta compasiva a quienes lo buscan, habiendo llegado a una resolución con más de 300 casos hasta el momento.
Mientas esto es tranquilizador, debemos seguir vigilantes para hacer frente a este flagelo.
También debemos reconocer que el camino por delante seguirá siendo difícil a medida que se presenten los casos restantes de la Ley de Víctimas Infantiles. John Cahill, nuestro Canciller, me ha proporcionado una instantánea de dónde estamos con los casos de la CVA. Es aleccionador. Así es como lo resumió:
- El 14 de febrero del 2019, el Gobernador Cuomo firmó la Ley de Víctimas Infantiles. La CVA amplió el estatuto de limitaciones para litigios civiles relacionados con reclamaciones de abuso sexual infantil, y creó una ventana limitada de “mirar hacia atrás” suspendiendo el estatuto de limitaciones aplicable.
- La ventana de “mirar hacia atrás” de la CVA inicialmente se estableció para durar un año, del 14 de agosto del 2019 hasta el 14 de agosto del 2020. En el mes de mayo del 2020, la legislatura votó para ampliar la ventana por un período adicional de 1 año, y el Gobernador Cuomo firmó la extensión de 1 año en la ley en el mes de agosto del 2020. La ventana está ahora configurada para cerrarse el 14 de agosto del 2021.
- Esta ley tendrá un gran impacto en nuestra arquidiócesis a medida que avanzamos.
- Al igual que muchas otras instituciones seculares y religiosas, se nos han servido con cientos de demandas relacionadas con las demandas de la CVA, algunas que se remontan a la década de 1940.
- La Arquidiócesis y sus parroquias, escuelas y caridades han seleccionado un fuerte asesor legal para representarlos en estos casos.
- La Arquidiócesis compró una cobertura de seguro integral durante la mayor parte del período de tiempo alegado, siendo Chubb la compañía de seguros principal del 1956 a 1996.
- Para las víctimas-sobrevivientes que han esperado la justicia, la Arquidiócesis se compromete ayudar a los tribunales con la pronta resolución de reclamaciones que son meritorios bajo la ley y para el litigio de otras reclamaciones para determinar su validez.
Tengan en cuenta que estas demandas no son limitados para los sacerdotes, ya que un número de laicos – padres adoptivos, entrenadores o maestros, por ejemplo – se identifican como presuntos abusadores y que algunas personas son nombradas en múltiples demandas, incluyendo reclamos contra presuntos abusadores sobre los cuales la arquidiócesis no tenía control o reclamos previos. Sin embargo, independientemente de quién fuera el acusado, la arquidiócesis sigue comprometida a responder con compasión, respeto, y comprensión.
También estamos esperando la publicación llamado “Reporte McCarrick” por la Santa Sede, detallando la maligna historia del ex-cardenal Theodore McCarrick. Eso podría ser otro ojo morado para la Iglesia. Pero, mejor que la historia salga, con todo su terrible detalle, para que ambos traigan cierta medida de paz a las victimas sobrevivientes, así como servir como una lección sobre cómo prevenir una recurrencia similar en el futuro. Podemos dar las gracias al Papa Francisco por cumplir su promesa de emprender y publicar este informe.
Permítanme concluir con unas palabras sobre las finanzas arquidiocesanas. Como he mencionado en cartas anteriores, la arquidiócesis se enfrenta algunos desafíos financieros significativos. Gracias a Dios, su generosidad a nuestras parroquias sigue siendo fuerte, y casi todas nuestras parroquias ahora tienen formas para que el pueblo pueda donar electrónicamente a través de We Share – donación en línea, que ha sido de gran ayuda; si aún no se ha inscrito para apoyar a su parroquia de esta manera, por favor, considérelo seriamente. Aun así, los ingresos de las parroquias siguen siendo menos que hace un año, y la Campana Anual de Corresponsabilidad del Cardenal y otros esfuerzos de recaudación de fondos probablemente estarán menos del total del año pasado. Inclusivo, sumamos una mayor necesidad de nuestras parroquias, escuelas y caridades, junto con otros gastos de aumento, y no es difícil entender la subida por delante. Seguiré manteniéndoles informados.
Permítanme pedir sus oraciones, para aquellos que siguen sufriendo los efectos del coronavirus para que puedan tener un retorno a la salud, las víctimas-sobrevivientes del abuso sexual para que puedan encontrar la paz y la reconciliación, los de la arquidiócesis, particularmente su clero, que trabajan todos los días para servirles bien y fielmente, y, finalmente, durante este mes de todas las almas, todos los fieles difuntos y todavía en el purgatorio, para que por medio de la misericordia de Dios pronto estén con Él para toda la eternidad en el Cielo.
Con gratitud a ustedes, y mejores deseos de oración, suyo,
Fielmente en Cristo,
Timothy Michael Cardenal Dolan
Arzobispo de Nueva York